jueves, 26 de noviembre de 2009

¿Qué estudios debemos hacernos?

Como dice el dicho: “mejor prevenir que curar” y haciéndonos eco de este dicho hemos preparado un artículo en donde te contamos aquellos chequeos periódicos que no te quitaran el tiempo y pueden mejorar tu calidad de vida.

Con los siguientes estudios se puede prevenir ciertas enfermedades, detectarlas tempranamente y ser curadas o tratadas.

* Videocolonoscopia: consiste en la inserción de un endoscopio –un tubo largo y flexible que se conecta a una fuente de luz y recoge imágenes que se transmiten en una computadora que almacena sus datos- en el intestino grueso del paciente permitiendo el estudio, la toma de biopsias y el tratamiento de algunas lesiones (pólipos, cáncer, divertículos) que se asientan en la pared del intestino. Es necesaria a partir de los 40 entre mujeres con antecedentes familiares de cáncer de colon.
* Prueba ergométrica graduada: previene la enfermedad arterial coronaria y mide el consumo máximo de oxígeno, por ejemplo, en mujeres fumadoras. El estudio se realiza en un recinto equipado con un aparato que mide el aire inhalado y exhalado por la paciente. Esta capacidad aeróbica también es importante en el día a día, porque una mujer que respira bien llega a la noche menos cansada.

* Tomografía multicorte: es un aparato de avanzada que existe en unos pocos centros privados del país, entre ellos la Fundación Favaloro, y ayuda a diagnosticar con un 98 por ciento de seguridad el estado del corazón. Como se trata de una tomografía, no es un estudio invasivo. Basta con que la paciente se ponga la bata y sea introducida en este tomógrafo por ocho segundos. Puede hacerse a cualquier edad.
* Densitometría ósea: es una manera segura, efectiva, no invasiva e indolora de obtener información importante acerca de los huesos en diez minutos. Al medir con mucha precisión la masa ósea y la cantidad de calcio, es lo más efectivo para detectar la osteoporosis, una enfermedad que afecta a una de cada tres argentinas a partir de los cincuenta años. Lo ideal es hacerla cada dos años.
* Papanicolau (Pap): es uno de los controles más conocidos, pero no por eso menos importante, porque detecta nada menos que el cáncer de cuello uterino, una afección que, cada año, mata a 2300 mujeres en nuestro país. Consiste en la toma de muestras de células epiteliales del cuello del útero con un hisopo, que luego serán analizadas con microscopio. Registra también hongos, parásitos, algunas bacterias y la infección por el virus del papiloma humano (HPV). Se recomienda anualmente, a partir de los dieciocho años o cuando la mujer comience con las relaciones sexuales.

* Mamografía: es el mejor estudio para detectar el cáncer de mama y debe hacerse cada dos años a partir de los 40 años, si no hubo antecedentes de cáncer, y todos los años a partir de los 50. Es muy conocida al igual que el Pap, pero muchas mujeres se olvidan de su importancia, y de que es un chequeo sencillo y rápido.
* Análisis de sangre y orina: el análisis de sangre de rutina muestra el funcionamiento general del cuerpo y de algunos órganos en particular, como ejemplo, el dosaje de colesterol, indicador de enfermedades cardiovasculares. El estudio de orina permite detectar infecciones en el sistema urinario, diabetes y enfermedades del hígado. Se recomienda su realización anual a partir de los 25 años.

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